sábado, 6 de febrero de 2010

Curso Evaluación de Proyectos


Esta son las primeras líneas que escribo sobre mis cursos que realizo en Universidades de la Región


Desde el año 2003, comence a realizar labores de docencia en la Universidad de Las Americas, con los ramos de Finanzas Corporativas y Evaluación de Proyectos, fueron experiencias realmente enriquecedoras, de ahi comenzo mi corta carrera de Academico que en la actualidad se ve culminada con la obtención de mi Master en Negocios en la Escuela de Economía y Negocios de mi Universidad de Chile.


Quisiera compartir con Uds. un articulo del Profesor Fernando Sepulveda, que me inpira mucho la importancia de la evaluación, leanlo les gustara:

NECESIDAD CRECIENTE DE LA EVALUACION DE PROYECTOS.∗
Voy a aprovechar esta oportunidad para hacer un pequeño resumen tendiente a mostrar la necesidad creciente de implementar programas de formación en evaluación de proyectos y el importante rol que como agentes activos en el proceso de intercambio de conocimientos y su posterior aplicación nos corresponde a quienes participamos en este acto.
La teoría sostenía, hace algunas décadas, que el crecimiento económico de un país se fundamentaba en el aumento de la inversión total; es decir, que el crecimiento dependía, primordialmente, del monto de recursos que se destinaba a inversión. Ello exigía grandes sacrificios a la comunidad al requerir aumentos importantes en ahorro, tanto interno como externo. Posteriormente, modelos económicos más elaborados, establecieron que el crecimiento es consecuencia de realizar proyectos rentables, además de incrementos en la fuerza laboral empleada productivamente y de una serie de factores de difícil cuantificación o identificación; como por ejemplo, el desarrollo tecnológico.
La importancia de estos modelos recientes esta en que permiten concluir que se pueden aumentar las tasas de crecimiento económico de un país mediante la asignación de los escasos recursos de inversión disponibles hacia los proyectos económica y socialmente más rentables. Esta conclusión es la base de una política generalizada tendiente a racionalizar las decisiones de inversión tanto públicas y como privadas.
La pretensión de racionalizar técnicamente el proceso de toma de decisiones de inversión surge de la incertidumbre sobre el comportamiento futuro de ciertas variables que pueden afectar, discrecionalmente, las distintas posibilidades que se le presentan al inversionista. Al menos en el sector privado, el interés en la maximización de los beneficios se ve matizado por la consideración de los riesgos en que se incurre con una inversión frente a otra. Las técnicas de evaluación de proyectos procuran minimizar la incertidumbre, no solo en términos comparativos de la relación beneficio costo, sino también en función de los riesgos de la inversión, los que dependen críticamente del tiempo de recuperación de la inversión y de la capacidad para predecir y controlar las variables criticas del proyecto.
Comparando la prospección del flujo de ingresos y egresos de las distintas opciones, en función de las rentabilidades relativas que de allí se derivan, las técnicas clásicas de la evaluación de proyectos, le brindan al inversionista una jerarquización de los distintos proyectos.
En la historia reciente, los enfoques, las técnicas y aun los criterios mismos de evaluación han sufrido cambios considerables que son el resultado de una compleja trama de cambios y ajustes en los procesos globales de desarrollo económico, que le han impuesto a los inversionistas y en general a los tomadores de decisiones de inversión, nuevos criterios de valoración de alternativas.